¡No Quiero Escribir!
¿Una lectura no es suficiente? Descubre por qué deberías leer este post dos veces (o mas).
Autodisciplina es un espacio donde comparto mi filosofía sobre cómo alcanzar la disciplina, ganar confianza y eficiencia, y recuperar tu tiempo para hacer las cosas que amas.
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¡Hola de nuevo!
Todavía soy nuevo en Substack, y ya he tenido que reiniciar mi escritura dos veces porque no podía encontrar el borrador. ¡Qué despistado!
Ha sido una semana difícil y, para ser honesto, estoy luchando. No tengo ganas de escribir. Ni hoy, ni esta semana. ¿Alguna vez has estado súper motivado por algo, solo para sentir que esa motivación se escapa lentamente? Así es exactamente como me siento ahora.
Pero no comparto esto para desanimar a nadie, sino todo lo contrario. Mis objetivos aquí son:
Tener una conversación honesta sobre las dificultades.
Mostrar que todos somos vulnerables, incluso aquellos que tienen éxito enfrentan desafíos similares.
Recordarte (y recordarme a mí mismo) que podemos seguir adelante.
Espero que esta publicación te dé una idea de mi proceso de pensamiento, ya que es parte de mi reflexión continua sobre la vida.
El Viaje de la Autodisciplina
Como mencioné en mi primera publicación, estoy usando este espacio para documentar mi viaje hacia el dominio de la disciplina. Una de las lecciones más importantes hasta ahora es que las dificultades son inevitables. Nuestro trabajo es no dejar que esas dificultades bloqueen nuestro camino hacia el éxito, sea lo que sea que el éxito signifique para ti.
A veces, nuestras luchas provienen de eventos externos en nuestras vidas; otras veces, provienen de los obstáculos mentales que creamos nosotros mismos.
Soy el tipo de persona que comienza un proyecto, pero si las cosas no se ven prometedoras después de un tiempo, tiendo a rendirme. Me ha tomado años de reflexión, y ver a otros perseverar y tener éxito, para abrazar la idea de seguir adelante con disciplina. Tal vez tú seas igual, o tal vez ya lo hayas descubierto. Si estás aquí, probablemente tengas curiosidad sobre mi viaje y lo que puedes aprender de él.
Pero aquí está la clave: nuestros viajes siempre serán diferentes. Las herramientas que usamos para lograr el éxito pueden ser las mismas, pero los eventos que nos moldean en el camino son únicos. Incluso si tú y yo enfrentáramos las mismas circunstancias, los resultados aún podrían ser drásticamente diferentes.
No se trata solo de la imagen general. A veces, son los pequeños detalles, las elecciones aparentemente insignificantes, las que pueden alterar drásticamente nuestro camino. Para ilustrar este punto, permíteme compartir un ejemplo histórico que muestra cómo dos partes con el mismo objetivo pueden tener viajes y resultados muy diferentes.
Los Hermanos Wright y Samuel Langley
Los hermanos Wright, Orville y Wilbur, provenían de un origen modesto y no tenían educación formal en ingeniería. Sin embargo, mostraron una disciplina extraordinaria. Pasaron años estudiando mecánica de vuelo, realizando experimentos y probando meticulosamente sus diseños. Su enfoque fue metódico y impulsado por la persistencia. En 1903, su autodisciplina dio frutos con el primer vuelo controlado y motorizado en Kitty Hawk, Carolina del Norte.
Al mismo tiempo, Samuel Langley, un reconocido científico y director de la Institución Smithsonian, corría hacia el mismo objetivo. Tenía muchos más recursos, incluyendo un importante respaldo financiero del gobierno de EE.UU. Sin embargo, el enfoque de Langley se centró en lograr resultados rápidos, saltándose algunos de los pasos pequeños pero cruciales que los hermanos Wright manejaron meticulosamente. A pesar de varios intentos y grandes inversiones, la aeronave de Langley no logró un vuelo controlado, y sus esfuerzos terminaron en decepción pública.
Tanto Langley como los hermanos Wright tenían la misma ambición y trabajaban en el mismo campo. Pero sus resultados no podían haber sido más diferentes. El enfoque disciplinado y paso a paso de los hermanos Wright finalmente los llevó al éxito, mientras que la impaciencia de Langley y su dependencia de la validación externa resultaron en fracaso.
Estoy seguro de que tanto los hermanos Wright como Langley enfrentaron dificultades durante sus viajes. Pero lo que marcó la diferencia fue la capacidad de los hermanos Wright para seguir adelante.
Esta historia no se trata solo de éxito y fracaso. Se trata de cómo dos grupos, comenzando con el mismo objetivo y trabajando en el mismo campo, terminaron con resultados dramáticamente diferentes. Las pequeñas elecciones que hicieron en el camino — su enfoque para resolver problemas, su persistencia, su disposición a empezar pequeño — contribuyeron a estos caminos divergentes.
Así que, aunque podrás sacar lecciones y aprendizajes de mi viaje, que he estado compartiendo en esta publicación, tienes que recordar que muchas de las soluciones que he implementado, problemas que he resuelto, están muy ligados a mi experiencia y circunstancias. Toma todo con un grano de sal. Y no olvides que a veces lo que puede marcar la diferencia, incluso si nuestras circunstancias son las mismas, es algo tan trivial como seguir adelante.
Reflexiones Finales
¿Tú y yo? Ambos podemos seguir adelante también. Si sientes ganas de rendirte, no lo hagas. Ríndete mañana, pero lee este artículo de nuevo mañana. Luego, sigue adelante.
¡Que tengas un excelente día!