Desbloquea esta clave para ganar más confianza
El único atributo que puede transformar tu autodisciplina, elevar tu confianza y llevarte al éxito.
Autodisciplina es un espacio donde comparto mi filosofía sobre cómo alcanzar la disciplina, ganar confianza y eficiencia, y recuperar tu tiempo para hacer las cosas que amas.
Si estás interesado en ser parte de la comunidad de Autodisciplina, ¡no olvides suscribirte!
¡Hola, hola!
Es otoño en casa, marcando el último tramo del año 🍃🍃. Con el año nuevo acercándose, la reflexión comienza a aparecer con más frecuencia de lo habitual. Así que esperen algunos pensamientos más profundos de mi parte en las próximas semanas 😁.
Hoy quiero hablar sobre algo que está entrelazado con mucho de lo que hemos discutido antes: los efectos de la disciplina en la confianza, cómo la consistencia es fundamental para desarrollar disciplina, y cómo podemos cultivar la consistencia como un músculo para ganar confianza y mayor autoestima.
El Poder de la Consistencia
Permítanme llevarlos de vuelta a los años 1700 y presentarles a Benjamin Franklin. A los 20 años, Franklin se embarcó en un ambicioso proyecto de superación personal que abarcó la mayor parte de su vida. Identificó 13 virtudes que consideraba esenciales para el crecimiento personal, incluyendo la templanza, el orden y la determinación. En lugar de intentar dominarlas todas a la vez, Franklin hizo algo que debería resonar con cualquiera que intente desarrollar autodisciplina: se enfocó en una virtud por semana, haciendo un seguimiento meticuloso de su progreso.
Repasaba estas 13 virtudes cuatro veces al año y repitió el proceso durante décadas. Este enfoque metódico, muy similar al interés compuesto en finanzas, le permitió mejorar gradualmente con el tiempo. No solo dominó estas virtudes, sino que también vio un crecimiento en su confianza y autoestima. Cada pequeña victoria se fue acumulando, ayudándolo a convertirse en una de las figuras más exitosas y seguras de la historia.
La autobiografía de Franklin, donde detalló este sistema, inspiró a innumerables personas a adoptar prácticas similares de superación personal. Su historia es un testimonio del poder transformador de la consistencia, no solo en el desarrollo de habilidades sino en la construcción del carácter y, lo más importante, la confianza.
Comprometerse a ser Consistente es Difícil
No lo endulcemos: la consistencia es difícil. ¿Comprometerse con algo a largo plazo sin saber si dará resultado? Eso es difícil. Un estudio publicado en el Journal of Clinical Psychology encontró que solo alrededor del 46% de las personas que hacen propósitos de Año Nuevo siguen teniendo éxito después de seis meses1. ¡Eso es mucho compromiso!
Me encantaría decir que ha sido fácil para mí ser consistente, pero es una pelea, y eso está bien. Sigo lanzando flechas en muchos aspectos de mi vida. He aprendido a estar bien con ello y confiar en que las cosas funcionarán.
Quizás te interese leer…
¿Qué Podemos Hacer para Ser Más Consistentes?
"Debes construir tu vida acción por acción, y contentarte si cada una logra su objetivo en la medida de lo posible – y nadie puede impedírtelo."
Marco Aurelio
Desarrollar consistencia de la noche a la mañana no es realista. Es un esfuerzo de toda la vida, especialmente si estás apuntando a destacar en múltiples áreas. Si tienes objetivos específicos, sigue el ejemplo de Franklin: comprométete con una cadencia regular, un paso a la vez. Requiere autocontrol, y sí, habrá altibajos. Pero el verdadero desafío es superar esos momentos difíciles.
James Clear, en Hábitos Atómicos, explica el poder de las mejoras pequeñas e incrementales. Él escribe:
Con demasiada frecuencia, nos convencemos de que el éxito masivo requiere una acción masiva... Mientras tanto, mejorar solo un 1% cada día no es particularmente notable, pero puede ser mucho más significativo a largo plazo. Si puedes mejorar un 1 por ciento cada día durante un año, terminarás siendo treinta y siete veces mejor cuando hayas terminado.
Piensa en eso por un segundo. Treinta y siete veces mejor. Ese es el poder de acumular pequeños esfuerzos diarios. Sin embargo, saber esto y ponerlo en práctica son dos cosas diferentes. Es como tener un mapa pero no saber cómo leerlo. Entonces, ¿cómo pones la consistencia en acción?
Marcos de Consistencia: Tu Caja de Herramientas para la Disciplina
Todos hemos estado ahí: motivados durante una o dos semanas, solo para desviarnos cuando la vida se interpone. Para construir una consistencia real y duradera, necesitas marcos de trabajo—sistemas que te guíen a través de los inevitables altibajos. Estas son las herramientas que ayudan a transformar las buenas intenciones en hábitos duraderos.
Aquí están algunos de los marcos más efectivos para ayudarte a construir consistencia:
El Método Kaizen: Esta filosofía japonesa se centra en la mejora continua a través de cambios pequeños e incrementales. Se trata de hacer ajustes pequeños que se acumulan con el tiempo para crear grandes resultados.
El Marco WOOP: WOOP significa Deseo, Resultado, Obstáculo, Plan. Ayuda a convertir los sueños en realidad enfocándose en lo que realmente quieres y estableciendo pasos prácticos para llegar allí.
El Modelo de Comportamiento de Fogg: Desarrollado por el Dr. BJ Fogg, este modelo establece que para que ocurra un comportamiento (B), deben converger tres elementos: Motivación (M), Habilidad (A) y Señal (P). B = MAP.
El Bucle del Hábito: Del libro "El Poder del Hábito" de Charles Duhigg, este concepto descompone los hábitos en Señal, Rutina y Recompensa. Entender este bucle ayuda a formar nuevos hábitos y romper los indeseables.
Las Cuatro Disciplinas de la Ejecución (4DX): Este marco se centra en ejecutar objetivos importantes en medio de las distracciones diarias. Enfatiza enfocarse en objetivos sumamente importantes, actuar sobre medidas principales, mantener un tablero de puntuación convincente y crear una cadencia de responsabilidad.
El Modelo GROW: Significando Meta, Realidad, Opciones y Voluntad, este marco de coaching ayuda a clarificar objetivos, evaluar situaciones actuales, explorar formas de avanzar y comprometerse con la acción.
Método de Hábitos Pequeños: También desarrollado por el Dr. BJ Fogg, este método se centra en comenzar pequeño, anclar nuevos hábitos a los existentes y celebrar pequeños éxitos.
El Efecto de la Consistencia en la Confianza
Entonces, ¿qué sucede después de desarrollar consistencia? Los estudios muestran que la consistencia aumenta significativamente la autoeficacia y la confianza. Un estudio en el Journal of Educational Psychology encontró que los estudiantes con hábitos de estudio consistentes (al menos 2 horas diarias) mostraron un 23% más de puntuación en autoeficacia académica en comparación con aquellos con hábitos inconsistentes2.
Esto también se aplica a los comportamientos laborales. Un estudio en el Journal of Vocational Behavior encontró que los empleados con alta consistencia laboral puntuaron un 31% más alto en medidas de confianza profesional. Por cada aumento del 10% en la consistencia laboral, hubo un aumento del 7% en las puntuaciones de confianza profesional3.
Conclusiones
La consistencia es la fuerza silenciosa detrás de la confianza. No se trata de grandes saltos o éxito de la noche a la mañana, sino de las pequeñas victorias diarias que se acumulan con el tiempo. Cuando te comprometes a dar pequeños pasos hacia tus objetivos, no solo estás construyendo disciplina, estás cultivando confianza en ti mismo y en tus capacidades.
Piensa en la consistencia como una inversión a largo plazo. Cuanto más inviertas en las pequeñas acciones hoy, más verás los retornos compuestos mañana. Ya sea Franklin haciendo seguimiento de sus virtudes o tú construyendo nuevos hábitos, el principio sigue siendo el mismo: presentarse regularmente conduce a transformaciones increíbles con el tiempo.
Recuerda, está bien tener días malos. El objetivo no es la perfección sino el progreso. Sigue adelante, y antes de que te des cuenta, encontrarás que la confianza que has construido a través de la consistencia es tu mayor activo.
¡Que tengas una semana maravillosa!
Norcross, J. C., Mrykalo, M. S., & Blagys, M. D. (2002). Auld lang Syne: Success predictors, change processes, and self-reported outcomes of New Year's resolvers and nonresolvers. Journal of Clinical Psychology, 58(4), 397-405.
Komarraju, M., & Nadler, D. (2013). Self-efficacy and academic achievement: Why do implicit beliefs, goals, and effort regulation matter? Learning and Individual Differences, 25, 67-72.
Luthans, F., Avolio, B. J., Avey, J. B., & Norman, S. M. (2007). Positive psychological capital: Measurement and relationship with performance and satisfaction. Personnel Psychology, 60(3), 541-572.